Una vez entrevisté a una persona con un currículum excelente para el puesto al que optaba, lo tenía todo de cara para ser el elegido y sin embargo perdió una oportunidad excelente, ya que acabé contratando a otro candidato y es que el chico tenía las cualidades necesarias, pero le faltaba algo fundamental: la actitud suficiente como para conseguir el puesto.
Todos hablamos mucho sobre lo determinante que puede llegar a ser nuestra actitud en momentos claves, pero parece que la teoría se nos olvida cuando se trata de llevarlo a la práctica. Pensemos, por ejemplo, en este inicio de año. Son muchas las cosas que se han escrito sobre el 2009 y ganan por goleada las que se tiñen de elementos negativos, apocalípticos que hacen que sólo el oír hablar del nuevo año nos dé ganas de echarnos todos a temblar.
Resulta curioso, cualquiera diría leyendo lo escrito que hemos tirado la toalla antes de empezar la carrera, y que sólo nos queda resignarnos ante todo lo negativo que vendrá o, como máximo y para los más avanzados, aceptarlo con optimismo y positivarlo. No hemos empezado el 2009 y ya estamos deseando que llegue el 2010, el que parece será el año de la salvación.
¿Qué nos ha pasado? Hablamos mucho sobre la situación actual y desde muchos puntos de vista, pero creo que sólo es necesario decir una única cosa: que somos capaces, capaces de superar esta crisis, este año negro o lo que sea. Tenemos la capacidad, porque hemos adquirido mucha experiencia y hemos aprendido mucho (¿Qué es la peor crisis desde la II Guerra Mundial? Perfecto, entonces es la segunda situación de este tipo que superamos), sólo nos falta la actitud necesaria para aplicar lo aprendido y salir adelante.
No se trata de si vemos el vaso medio lleno o medio vacío, se trata de afrontar las cosas con ganas o sin ellas, de rendirnos ya o de plantar cara a la batalla por muy ardua y perdida de antemano que se presente, pero se trata, sobre todo, de ver cómo vamos a llenar ese vaso, de estudiar y llevar a cabo aquello que nos sacará de esta situación negativa. Nos han educado en la cultura del miedo, de la estabilidad, del terror a los cambios bruscos, nos han dicho desde pequeños, entre otras muchas cosas, que lo peor que nos puede pasar es quedarnos sin trabajo o que nuestro negocio falle porque, quizá, no seamos capaces de remontar. Nadie nos ha dicho: camina, cáete si hace falta, pero sigue adelante porque la capacidad de hacerlo la tienes, todo depende de ti.
Este 2009 no será el año de la gran crisis, será el año de todos aquellos que tengan la actitud necesaria para afrontar las situaciones negativas, será el año de los emprendedores y de los intraemprendedores. Y puede ser, también, el año de Cataluña, una país con gran historia emprendedora que puede tener en este momento su gran oportunidad para salir rápidamente de la crisis y ayudar a que otros puedan hacerlo. ¡Sumémonos todos!
Todos hablamos mucho sobre lo determinante que puede llegar a ser nuestra actitud en momentos claves, pero parece que la teoría se nos olvida cuando se trata de llevarlo a la práctica. Pensemos, por ejemplo, en este inicio de año. Son muchas las cosas que se han escrito sobre el 2009 y ganan por goleada las que se tiñen de elementos negativos, apocalípticos que hacen que sólo el oír hablar del nuevo año nos dé ganas de echarnos todos a temblar.
Resulta curioso, cualquiera diría leyendo lo escrito que hemos tirado la toalla antes de empezar la carrera, y que sólo nos queda resignarnos ante todo lo negativo que vendrá o, como máximo y para los más avanzados, aceptarlo con optimismo y positivarlo. No hemos empezado el 2009 y ya estamos deseando que llegue el 2010, el que parece será el año de la salvación.
¿Qué nos ha pasado? Hablamos mucho sobre la situación actual y desde muchos puntos de vista, pero creo que sólo es necesario decir una única cosa: que somos capaces, capaces de superar esta crisis, este año negro o lo que sea. Tenemos la capacidad, porque hemos adquirido mucha experiencia y hemos aprendido mucho (¿Qué es la peor crisis desde la II Guerra Mundial? Perfecto, entonces es la segunda situación de este tipo que superamos), sólo nos falta la actitud necesaria para aplicar lo aprendido y salir adelante.
No se trata de si vemos el vaso medio lleno o medio vacío, se trata de afrontar las cosas con ganas o sin ellas, de rendirnos ya o de plantar cara a la batalla por muy ardua y perdida de antemano que se presente, pero se trata, sobre todo, de ver cómo vamos a llenar ese vaso, de estudiar y llevar a cabo aquello que nos sacará de esta situación negativa. Nos han educado en la cultura del miedo, de la estabilidad, del terror a los cambios bruscos, nos han dicho desde pequeños, entre otras muchas cosas, que lo peor que nos puede pasar es quedarnos sin trabajo o que nuestro negocio falle porque, quizá, no seamos capaces de remontar. Nadie nos ha dicho: camina, cáete si hace falta, pero sigue adelante porque la capacidad de hacerlo la tienes, todo depende de ti.
Este 2009 no será el año de la gran crisis, será el año de todos aquellos que tengan la actitud necesaria para afrontar las situaciones negativas, será el año de los emprendedores y de los intraemprendedores. Y puede ser, también, el año de Cataluña, una país con gran historia emprendedora que puede tener en este momento su gran oportunidad para salir rápidamente de la crisis y ayudar a que otros puedan hacerlo. ¡Sumémonos todos!
PUBLICADO EXPANSION 12/01/09
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