lunes, 16 de febrero de 2009

ESPERANZAIR


Por mucho que Lorenzo Milá haya despedido todos los informativos del último año deseando poder explicar alguna buena noticia al día siguiente, el balance entre lo positivo y negativo se ha decantado clarísimamente hacia este último. El 2008, ha sido el año de aquellos que creen que una mala noticia es siempre una buena noticia. La caída de la bolsa en un 60%, el hecho de que los procesos concursales del los dos meses finales del 2008 igualasen a la totalidad de los de 2007, las dificultades para encontrar liquidez de las empresas y, la gran noticia, la economía desmoronándose han sido el pan de cada día de los informativos.

Hasta que de repente, en medio de toda esta oscuridad, parece que alguien decide escuchar al conocido presentador y surge una buena noticia: un consorcio catalán compra la maltrecha Spanair. La voluntad, clara. Iniciar un proyecto que concretaba los muchos intentos de la sociedad catalana por tomar las riendas del país (recordemos las 500 personas reunidas en el IESE para reclamar otro tipo de trato por parte de AENA en cuanto a la gestión del aeropuerto del Prat). Y mil veces más importante, gracias a esta noticia nos hemos dado cuenta que la sociedad catalana, a la que creíamos adormilada, hundida, incapaz de hacer nada más que autocompadecerse, se levanta de nuevo y se une para preocuparse y buscar soluciones al futuro del país.

La importancia de unas buenas comunicaciones resulta evidente en la sociedad actual. La clara apuesta que Iberia (una empresa privatizada no hace mucho y, recordemos, mantenida por el Estado hasta entonces) había hecho por Madrid, estaba convirtiendo Barcelona en un aeropuerto de Low Cost, y quedarse con un aeropuerto de segunda era un peligro con muchas ramificaciones que nos afectaba a todos. ¿Cuántas empresas iban a dejar de instalarse en Cataluña? ¿Cuánto íbamos a perder a nivel de clientes, de volumen de negocio, etc. si tenemos en cuenta que el 80% de los visitantes de Barcelona llegan en avión?

Mucho. Teníamos mucho que perder. Por eso era el momento de reaccionar, y lo hemos hecho de forma que ahora todo queda en nuestras manos. Tenemos la oportunidad de hacer que Barcelona vuelva a ser un hub real de interconexiones, de volver a jugar en la primera división de los aeropuertos.

Nadie sabe como acabara la apuesta realizada, pero que en los tiempos que corren, la sociedad civil Catalana se haya puesto de acuerdo y haya tomado la iniciativa en algo que consideraba estratégico y una posibilidad de negocio, eso es una buna noticia, cuantas veces nos quejamos de que en Cataluña faltan grandes empresas? Ahora tenemos una que factura 1.100 millones de euros, y eso es una buena noticia. Y las buenas noticias son imprescindibles para levantarnos el animo a todos y ayudarnos a luchar en el día a día, dicen que la empresa es un estado de animo, y que los problemas solo se pueden afrontar con optimismo, así que cuantas más buenas noticias tengamos mejor encararemos la situación actual.




PUBLICADO 16/02/09