miércoles, 5 de julio de 2017

ENTREVISTA PUBLICADA EN CORRESPONSABLES




Hace unos meses Fundación Grupo Sifu celebraba ‘La Nit Més In’, una noche en la que inclusión y discapacidad van de la mano para sensibilizar y demostrar a la sociedad el talento que hay detrás de las personas con discapacidad. Nos entrevistamos con Cristian Rovira, vicepresidente de Grupo Sifu, para analizar los retos de la integración laboral de este colectivo.
¿Qué aportan a las empresas las personas con discapacidad?
Además de aportar competitividad, profesionalidad y trabajo bien hecho, aportan cohesión y un mejor  ambiente laboral, por el ejemplo que dan esas personas.
 
¿Cómo se lo toma el resto de empleados cuando llega por primera vez una persona con discapacidad?
Normalmente, cuando una empresa contrata cualquier tipo de servicio, la empresa da por sentado que este servicio será eficaz y estará bien hecho. En el caso de Grupo Sifu, al ser un Centro Especial de Empleo de personas con diversidad funcional, la gente pone en duda la labor de la persona que se integrará en el equipo y si será capaz de llevar a cabo su trabajo. Por eso, desde el primer día tenemos que demostrar que lo hacemos bien. Es una lástima que existan estos prejuicios pero también es cierto que, una demostrado nuestro talento, se nos abren más puertas.
 
Los prejuicios, como dices, son una de las principales trabas que se encuentran las personas con discapacidad en su día a día. ¿Qué otras barreras se encuentran en el ámbito laboral?
La principal barrera es el desconocimiento y el miedo. El 85 % de empresas que prueban con una persona con discapacidad están contentas o muy contentas, pero a muchas les cuesta vencer este miedo. Estamos más ante un problema de apertura y de romper prejuicios y miedos que no ante una cuestión de accesibilidad, por ejemplo.
 
¿Qué retos tiene el sector empresarial español en materia de integración del colectivo con discapacidad?
Un primer reto es el cumplimiento de la ley. Hace 40 años que tenemos una Ley de Discapacidad y, aunque muchas compañías la cumplen por convicción, todavía hay empresas que no cumplen con ella. Si existe una ley que dice que las grandes empresas han de tener en su plantilla un porcentaje concreto de personas con discapacidad, deberían hacerlo ya sea por obligación o por convicción. Desgraciadamente, todavía hay una brecha importante entre el cumplimiento de la ley y la realidad en la contratación de personas con discapacidad.
 
¿Qué papel juega la RSC para conseguir esta plena integración de la que hablábamos?
La RSC es una gran herramienta de sensibilización que ayuda a poner en valor también  la contratación de las personas con discapacidad. Sin embargo,  tener políticas de RSC que afecten a las personas con discapacidad no debería ser simplemente cumplir con la ley, tendría que ir más allá.
Una organización responsable, se compromete con la sociedad y va más allá de lo que dice la legislación porque quiere hacer algo bueno para la sociedad y para alcanzar un mundo mejor.  En definitiva, la RSC ayuda a la contratación de personas con discapacidad, pero me gustaría distinguir el cumplimento de la ley con tener políticas reales de Responsabilidad Social.
 
En estos últimos 10 años, desde que Fundación Grupo Sifu empezó, ¿cómo ha evolucionado la integración de las personas con discapacidad?
Ha evolucionado de una manera muy importante, sobre todo en cuanto concepto. Hace 40 años la palabra discapacidad no existía. Y, con el paso del tiempo, hemos pasado del concepto “minusválidos” a “disminuidos” y, después, “discapacitados”. Ahora estamos en el camino para hablar de personas con capacidades diferentes, con lo cual en 40 años ha habido una transformación muy grande a nivel de nomenclatura. Esto ha favorecido la normalización de la discapacidad en la sociedad y lo mismo sucederá a nivel laboral.
 
¿Cómo crees que pueden contribuir los ODS a la integración laboral?
Hay varios ODS que, directa o indirectamente, afectan a las personas con discapacidad. Como colectivo más discriminado y con más necesidades que otros, los ODS tienen que poner en valor una deficiencia que tenemos y un punto débil que tenemos que trabajar y construir entre todos.
 
¿La crisis económica ha afectado, a nivel laboral, más a las personas con discapacidad que al resto de la sociedad?
Afectó muy negativamente. En primer lugar, la tasa de desempleo de personas con discapacidad siempre acostumbra a ser el doble de las personas que no tienen discapacidad. En segundo lugar, del 2007 al 2009 hubo una destrucción muy grande de desempleo para las personas con discapacidad y esto vienen producido porque habían sido los últimos de incorporarse al mercado laboral, y fueron los primeros en salir ya que sus despidos salían gratuitos.
Esta situación ha ido evolucionando y me gustaría poner en valor el trabajo que han realizado los centros especiales de empleo que durante varios años han mantenido la contratación de personas con discapacidad. Suponiendo un 0,3% del PIB a nivel Español, los Centros Especiales de Empleo han contratado a más personas con discapacidad en varios años que el 99.7% restante del PIB, con lo cual la figura del Centro Especial de Empleo es un referente en España porque han ayudado a mantener, durante la época de crisis, el empleo de las personas con discapacidad.
 
¿Cómo surgió la idea de la gala “Nit Mes In” y cómo ha evolucionado?
Siempre intentamos transmitir qué es la discapacidad bajo un concepto de discapacidad-calidad. Además, solo transmitimos la discapacidad como algo positivo. Todo lo que emana de Grupo Sifu es un concepto de discapacidad enfocada en la capacidad y el talento de este colectivo. Entonces, se nos ocurrió poner en valor no solo ayudar en el ámbito laboral, social o deportivo sino poner en valor cosas extraordinarias que hacen personas con discapacidad, para que sirva de ejemplo a empresas, personas y sociedad civil y, al mismo tiempo, incrementar su sensibilidad. Todo esto dio lugar a la “Nit Mes In”, que se celebra en Barcelona y cada año cuenta con más asistentes que quieren conocer el valor y las grandes capacidades motivacionales que tienen las personas con discapacidad.
 
Una de las personas que estuvo presente en la gala fue Martí Riera, que está a punto de convertirse en el primer lesionado medular en cruzar a nado el Canal de Menorca. ¿Qué significa para vosotros apoyar a este deportista y cómo estáis viviendo esta aventura?
Martí Riera cuenta con una beca especial de Fundación Grupo SIFU para ayudarle a hacer realidad este reto. Para nosotros es una colaboración muy especial, ya que es a la vez un reto personal y un gran ejemplo de superación. Creemos que su historia puede llegar a mucha gente y sensibilizar sobre las capacidades de las personas con diversidad funcional y su normalización. Solo por el hecho de intentarlo, de entrenar durante 9 meses para conseguirlo y ponerse una meta tan ambiciosa merece todo nuestro respeto y admiración. Por otra parte, estamos viviendo esta aventura muy de cerca. De hecho, Albert Campabadal Blanco, Vicepresidente de Grupo SIFU, nadará con él algunos tramos de la travesía.
 
¿Qué retos os marcáis a corto y largo plazo?
Nuestros objetivos son seguir creciendo y demostrar lo que valen las personas con discapacidad. Empezamos en Barcelona  y nos extendimos a lo largo de toda España, nos gustaría en los próximos años dar un paso y salir fuera de España e ir a un país de la Unión Europea para demostrar que el ejemplo que empezamos, sigue latente y sigue siendo factible. Discapacidad, calidad y profesionalidad son palabras que van de la mano y juntos demostramos que se puede hacer.