jueves, 30 de septiembre de 2010

CAPITAL RIESGO

De todos es sabido que el número de patentes, o sea, de innovaciones, tiene que ver de forma absoluta con el grado de desarrollo de un país y las oportunidades que éste genera para su población. O dicho de otro modo, a menor innovación, menor número de emprendedores, menor desarrollo económico y social.

En España se llama capital riesgo al dinero invertido en participaciones de pequeñas o medianas empresas de forma temporal, en Estados Unidos a esta forma de inversión se le llama capital aventura, la diferencia no es sólo semántica.

Esta diferencia de terminología dice mucho del enfoque y de la cultura de cada país. Mientras en USA, la imagen del inversor es valorada positivamente y se relaciona con cualquier persona con ganas de ayudar al emprendedor y de dedicar sus ahorros a ello, obteniendo un beneficio licito, aquí la figura del inversor tiene una imagen más relacionada con el especulador. En general es triste pero cierto, tener afán de invertir, de prosperar o ganar dinero no es visto positivamente por la sociedad, excepto cuando le sucede a uno mismo. Estamos frente a una doble moral que hay que erradicar.

Debemos cambiar la mentalidad, es preciso promover un profundo cambio cultural. Cuantos más inversores haya, cuanta más gente o corporaciones quieran ayudar a los jóvenes que empiezan y aventurarse en un negocio no convencional y más se extienda la idea de invertir capitales, echando, a la vez, un cable a los nuevos, más personas a su vez se atreverán a lanzarse a realizar negocios, a crear proyectos. Unos alimentan a los otros. La situación económica actual, ha creado muchas vocaciones empresariales: suelen ser personas de gran valía que siempre han trabajado por cuenta ajena y que por muy diversos motivos se han visto forzados a plantearse el ser emprendedores y empresarios, ayudémosles¡¡

Es paradójico que los inversores se quejen de que faltan proyectos atractivos en los que invertir y que, por su parte, los emprendedores pongan de manifiesto que la falta de financiación y crédito es un freno. ¡Hagamos que haya más oportunidades en ambos lados y que éstos se encuentren¡

A unos, los innovadores, hay que decirles que crear, innovar o emprender, puede significar el fracaso, pero también la satisfacción de haber luchado y soñado con conseguirlo. Siempre será mejor el fracaso a la frustración de tener la convicción futura de que no hiciste nada fuera de lo común.

Por otro lado, al triunfador, a la primera, la segunda o la tercera intentona hay que hacerle un llamamiento: debe recordar cuales fueron sus dificultadas iniciales, los sinsabores y las faltas de apoyo.

Es el momento de buscar a esos innovadores, emprendedores, creadores y apoyarlos. Unos y otros, emprendedores e inversores son las caras de la misma moneda. Es su momento, son necesarios para todos


PUBLICADO EXPANSION 30/09/10