jueves, 13 de enero de 2011

CONSELLERS MÁS ACCESIBLES

Los estudios de opinión ponen de manifiesto que la sociedad denosta a los políticos profesionales y aplaude la incorporación de personas ajenas a la misma a la actividad pública. En este sentido el nuevo Gobierno de Artur Mas ha tenido el acierto de incorporar a las áreas de economía y justicia personas procedentes del mundo profesional. No hay ninguna duda que un político que ha tenido que gestionar, pagar nóminas, contratar, afrontar retos es alguien que puede aportar a la gobernación y al conjunto de la sociedad más que alguien que solo se ha dedicado a escalar posiciones en el escalafón del partido. Uno siempre puede aprender a ser político, a sobrevivir en la dura competitividad por un cargo y a aguantar las cuchilladas de enemigos y amigos -un político siempre debe tener presente la frase del inolvidable Gila “agáchate que vienen los nuestros”- pero lo que un político no puede incorporar a su bagaje y currículum es la experiencia de haber vivido la vida real. Creo que una segunda característica demandable a un gestor público es la de tener voluntad de ser ave pasajera y tener siempre los objetivos claros. Si el único fin del ejercicio del gobierno es mantenerse en el mismo, el fracaso a nivel de resultados será mayúsculo. Para mi nombres como Mena, Fernández Bozal, E. Sánchez, B. Riuz, etc… al frente de Consellerías y Secretarías son una esperanza. Son gente que ha sido emprendedora, que arriesga al asumir responsabilidades en momentos de extrema dificultad económica y social. Los romanos, cuando un general ganaba una batalla y desfilaba entre vítores por el centro de la capital Imperial, iba acompañado por alguien que les cuchicheaba a la oreja “recuerda que eres mortal”. Pues bien, a nuestros Consellers hay que decirles lo mismo, que sean innovadores, arriesgados, que no se dejen llevar por la inercia del río de la burocracia y la administración. Pero hay también algo en lo que podemos mejorar y que es fundamental. Me refiero a la relación y contacto entre Consellers y su estructura y las empresas. Existe una distancia creciente, muchas veces duele comprobar como esta distancia, además, es más grande en Catalunya que en otros lugares de España. El protocolo político es excesivamente fatuo, la distancia con las empresas, los directivos, los cuadros intermedios, los trabajadores les aleja de la realidad. Giscard d’Estaing se hacía invitar por franceses corrientes a cenar y dormir a su casa, espero que en esta nueva etapa los Consellers pisen empresas, nos necesitamos mutuamente. Cristian Rovira Consejero Delegado Grupo Sifu

EXPANSION - 13/01/11

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