Desde Grupo SIFU acabamos de presentar
el Atlas Laboral de las Personas con
Discapacidad 2016 (también Atlas Laboral 2016) en colaboración con la Universidad
de Sevilla, un estudio con el que hemos pretendido aportar un documento de
referencia para políticos, profesionales del sector, investigadores y público
en general, interesados en conocer el estado de la inserción laboral de las
personas con discapacidad (PcD) en España. Nuestro principal objetivo con la
elaboración de este documento, es aportar información relevante en el sector
para el beneficio y la mejora de la situación laboral de este colectivo con
menos oportunidades, conocer el grado de inserción laboral del mismo en
empresas de 50 o más trabajadores, así como plasmar las principales barreras detectadas
para su incorporación en el mercado laboral.
Con motivo del Día Internacional
de la Personas con Discapacidad, instaurado por Naciones Unidas en 1992 para
fomentar una mayor integración de las PcD, y que se conmemora hoy a nivel
mundial, considero sumamente importante hacer hincapié en algunos datos
extraídos del estudio, los cuales deberían, como mínimo, ser objeto de
reflexión para todos los interesados:
En 2014, el empleo protegido en
España representaba un 70% respecto al total de contratos realizados a las PcD,
lo que nos dice que un pequeño sector que tan solo representa el 0,3% del PIB, es
capaz de generar en la actualidad más empleo para personas con diversidad
funcional que el conjunto de las empresas privadas del país.
Actualmente, aspectos como la
salida gradual de la crisis y la recuperación económica, deberían servir para
que las empresas empezaran a contratar a personas con discapacidad, y para
ello, la Administración Pública tiene que asegurarse de que las empresas
cumplan con la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad (LGD).
En este sentido, cabe destacar
que la mayoría de las empresas de 50 o más trabajadores en España no cumplen
con la cuota de reserva del 2%, tal y como establece la LGD. Según revela el Atlas Laboral 2016, los niveles de
incumplimiento de la cuota de reserva del 2% para trabajadores con discapacidad
certificada por parte del conjunto de las empresas españolas, tanto públicas
como privadas, ha pasado del 75,7% en 2008 al 81,1% en 2013, sin que se hayan
tomado medidas para cambiar esta situación; un dato que debería hacernos
reflexionar sobre qué se está y qué no se está haciendo al respecto, pero, por
delante de todo, debería generar conciencia a los responsables de implementar
dichas políticas, para que sean capaces de activar los mecanismos necesarios dirigidos
a generar un cambio y una real integración de las PcD en el mercado laboral.
Ante esta
situación, consideramos que la Administración Pública debería crear una nueva
Estrategia Global de Acción para el Empleo de este colectivo en riesgo de
exclusión social, a través de un Plan de Acción que haga cumplir la Ley,
definiendo objetivos de crecimiento laboral que sean realistas, y estableciendo
métodos de medición y verificación periódica sobre su cumplimiento.
A nivel europeo, la
Estrategia Europea sobre Discapacidad 2010-2020, recoge las recomendaciones del Informe Mundial sobre la Discapacidad
(2011) que se rige por la Convención Internacional sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad. La Convención, ratificada por España en 2007, establece
en su artículo 27 que los Estados miembros deben alentar la promoción
profesional de las personas con discapacidad en el sector público y privado,
apoyando y fomentando su contratación.
Cada vez queda menos para el
año 2020, donde, en el marco de la Unión europea, España adquirió una serie de
compromisos en muchos ámbitos, entre ellos el objetivo de mejorar las
condiciones de trabajo y la promoción profesional para que las personas con capacidades
diferentes accedan
al mercado laboral. Desafortunadamente, si no se toman acciones contundentes al
respecto en un futuro inmediato, difícilmente seremos capaces de cumplir con
los objetivos acordados, situación que no debería permitirse ninguna sociedad
avanzada que crea en la igualdad y la diversidad, pues de estos dos factores emana
gran parte de la riqueza de nuestra sociedad, sin olvidar el hecho de que
ningún colectivo merece encontrar este tipo de barreras a la hora de acceder y
desarrollarse en el ámbito laboral.
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